martes, 26 de enero de 2010

Compartiendo...

Muestra de las piedras labradas.


Qué tal, una vez más compartiendo algo de los caminos…
La oportunidad que la vida me da, como la de poder salir del lugar donde vivo (Morelos), hace que pueda compartir con ustedes, algo de esos recorridos por los caminos y andares de mi vida; caminos por aire, tierra y mar.
En esos andares, visitando a la familia y buscando sitios de interés, sobre todo históricos y culturales; visitamos un lugar muy rico en historia, pues en él, se encuentran vestigios que hablan de los hombres y mujeres que lo habitaron, según dicen, desde hace 2000 años A.E.
Dicho lugar se llama Piedras Labradas, pues las piedras del lugar, están labradas con diferentes imágenes y está ubicado en una costa del Pacífico, perteneciente al municipio de San Ignacio Piaxtla, al norte de Mazatlán Sinaloa, desde donde se llevan aproximadamente 40 minutos de camino en auto saliendo de Mazatlán rumbo a Culiacán por la maxipista, y en el km 51, de sur a norte, se va a encontrar la señal que indica la entrada. Es una brecha que la llevará primero al pueblo, muy pequeño, donde puede preguntar por el encargado del museo y el mismo servirá como guía para llegar sin dificultad a ese sitio mágico. También podrá encontrar más información en el Museo Arqueológico de Mazatlán.
Las piedras en cuestión, son piedras de diferente tamaño, pues van desde unos 40 cm. hasta más de un metro cuadrado y de forma irregular. En el INAH, apenas están en proceso de considerarlo como zona arqueológica; dicho esto, todavía no se tienen datos fehacientes sobre su origen, como quienes, para y porqué labraron dichas piedras, aunque teorías sin confirmar, dicen que pueda tratarse de un sitio ceremonial durante los equinoccios y solsticios. El dato más difundido es que era un observatorio solar.
En el lugar, existen cabañas hechas con carrizos entretejidos que forman las paredes y sus techos cubiertos de hojas de palma, lo que hace juego con el paisaje de la región: costero y rústico; las construcciones tienen diferentes usos, una de ellas es el museo de sitio, en el que se pueden apreciar algunas piezas arqueológicas, información y un maniquí de danzante del Venado, que es la más representativa entre mayos y yaquis, culturas del norte de nuestro país en Sinaloa y Sonora. Otra de las construcciones es el auditorio, unas más pequeñas que sirven de laboratorio (para la investigación); habitación del guardián del lugar y algo muy interesante, dos baños secos, uno para mujeres y otro para hombres, lo cual habla de la escases de servicios, pero también del uso adecuado de las tecnologías alternativas, útiles y necesarias en la actualidad.
En el pueblo no hay comercio ni lugares donde comer, así es que se sugiere alimentarse bien antes de dirigirse a la zona y llevar agua y/o fruta para refrescarse; una recomendación, no lleve ni deje basura. Se pueden tomar fotos, y dependiendo la dirección del sol, se apreciarán las formas labradas en las piedras, que van desde espirales, personas, hasta formas más complicadas y sugerentes.
Es recomendable vestir con ropa y calzado cómodo para poder inspeccionar el lugar sin problemas, ya que es accidentado por los diferentes tamaños de rocas y piedras; se debe estar con la disposición de caminar y observar detenidamente las imágenes labradas, y tal vez, le digan algo… pueden también, meterse al mar y disfrutar del agua.
Sin duda, es un lugar virgen para la investigación sobre el pasado, sobre el cómo, porqué, para qué, quienes lo hicieron. Ojalá quienes ahí habitan realmente conserven y busquen a quien mejor pueda ayudarles a preservar esa riqueza invaluable en información e historia; que la gente que lo visita, también tenga el cuidado de no ensuciar, de no dañar, pues no hay cosa peor que visitar un lugar y dañarlo, ensuciarlo…
La foto que comparto, es una de tantas y espero les diga algo; algo que invite a buscar más sobre ése rico pasado que ahí está, esperando…
http://www.sanignacio.gob.mx/fiesta23.html