jueves, 18 de agosto de 2011

Paisajes de Tapachula, Chiapas






En Tapachula...

La historia forma parte importante de todo lugar, nos dice que pasó, quienes estuvieron, qué hacían, cómo vivían… y en ésta ocasión, nuevamente en el bello estado de Chiapas y en especial, en el municipio costero de Tapachula.
Tapachula es un lugar donde se converge el comercio, actividad turística, playas rústicas; migración constante de centroaméricanos, principalmente gutemaltecos; pero sobre todo, información cultural e histórica. Tapachula, posee un museo con material sumamente importante, pues en su interior alberga piezas únicas como el Cráneo de Tonalá, dicho cráneo tiene incrustaciones de jade, turquesa y oro; así como la estela llamada El árbol de la vida. El cráneo, fue encontrado en Tonalá a unos 200 km. de Tapachula, de la región Tuxtla Chico; lugar en el que confluyeron las culturas olmeca, teotihuacana, maya, mixteca, zapoteca, tolteca, mexica…
El cráneo, fue donado por un particular, pues al llevar a cabo una excavación fue descubierto; dicho cráneo anduvo en varios países, pero la gente empezó a protestar, ya que podría sufrir daños o incluso no regresar; lo cual es comprensible. No se tienen datos oficiales respecto a la edad histórica que tenga dicho cráneo, pero si pensamos que fue elaborado entre la cultura olmeca y la mexica, serían entre unos 3000-550 años, mínimo. Así es de que parta de ahí, la preocupación de los habitantes de la zona del Xoconuzco, para no seguir permitiendo el préstamo del cráneo para exhibirlo en otros lugares.
Dicho cráneo se encuentra en el Museo Arqueológico del Soconusco, y es impresionante por el trabajo artístico que en él se percibe de tipo mosaico, con láminas elaboradas en oro, jade y turquesa como principal material que lo cubre; dichas láminas tienen y forman figuras geométricas, algunas incluso ciertos glifos que representan un atado y el de teotl, y otros detalles que no me atrevo a descifrar porque repito, no hay información oficial, hasta donde investigué, sobre el simbolismo de dicho cráneo.
Es fascinante, impactante ver y pensar en el cómo pudieron hacer tal labor artística con instrumentos rudimentarios; el pegado de las piezas de forma tan exacta, formando como ya mencioné, figuras geométricas y que perdure hasta estas fechas; eso me hace reflexionar sobre que en éstas tierras existieron y existen mujeres y hombres, a los cuales no importan los avances tecnológicos de punta, con los que se supone se va civilizando un pueblo; lo que importa en todo caso, es el deseo y la necesidad de hacer algo que tenga una finalidad concreta, importante…ojalá ese tesón, sabiduría, inteligencia, vuelva a todas las mujeres y hombres de lo que ahora es América Latina, para poder alcanzar el esplendor que tuvieron en su tiempo nuestras y nuestros abuelos.
También, a 10 km. se encuentra Izapa. El área arqueológica de Izapa, es de aproximadamente 250 hectáreas, se rescataron 125; de ese total, sólo el 3 % se encuentra a la vista. Varias piezas del lugar, se encuentran en los museos arqueológicos de Tapachula y de Tuxtla, capital del estado; debo reconocer que de dos años a la fecha, los basamentos se ven más reconstruidos, pero el rescate total de la zona, vale la pena, teniendo en cuenta que según datos, es más grande que la de Petén.
También, cerca de Tapachula, se encuentra un lugar para visitar, como la llamada Piedra de Huixtla, encontrándose entre las cuatro rocas más grandes del mundo. La piedra, sobresale en la cima de un cerro, que se nota a distancia, cuando ya está cerca el destino final hacia Tapachula vía terrestre; llama la atención dicho cerro, con ése punto que a lo lejos se ve, pero no se aprecia su estructura y conformación real, hasta que se ven fotografías tomadas en el lugar; lugar que como todo lugar mágico, tiene su leyenda, de la cual les dejo una liga para que la conozcan y disfruten. http://huixtlaweb.com/la_piedra_de_huixtla.html
De las playas, son rústicas, de arena oscura, aguas tibias y oleaje fuerte en algunas zonas, y siendo mar abierto, se deben tomar precauciones; se disfruta bastante la estancia en las playas, pues hay palapas con variedad de alimentos, sobre todo mariscos y pescados de la región y bebidas; no muy caros y de sazón agradable. Muy pocos hoteles, pero los hay, por si desean hospedarse cerca del mar.
Los atardeceres son bellos, dependiendo la estación del año, será el paisaje que se presente en el horizonte a la puesta del sol… regalos de la naturaleza a nuestra vista, colores, matices que afortunadamente se pueden apreciar y capturar en una fotografía.
Es importante aclarar, que la región del Soconusco (Xoconochco, Lugar de tunas agrias) era conformada por comunidades que pertenecen ahora tanto a la República Mexicana, como a la de Guatemala. Algo que se percibe muy peligrosamente (es una percepción muy personal, y lo hago con respeto), es la invasión de religiones como la pentecostés, evangelista, cristiana, mormona, etc. eso no es malo, siempre y cuando las creencias no se conviertan en fanatismos que van obligando a olvidarse y ver a su cultura, sus raíces como algo que no sirve, que no vale… la problemática social, familiar, económica que vive la gente, ayuda a voltear la cara hacia otras opciones de vida; opciones prometedoras a una vida mejor que todas las religiones proponen, con la condición de tirar en el olvido sus raíces, por ser idolátricas, que no importan; dejando prácticas de salud y alimentación ancestrales más sanas que el consumismo al que entrarán, al cambiar su cultura por una religión, que ofrece la gloria…
Como dije, no es malo pertenecer a una religión, cualquier religión… siempre y cuando, la persona crezca en todos los sentidos; siempre y cuando valore lo que es, su origen, sus raíces y no se avergüence de pertenecer a alguna de las grandes culturas, que desgraciadamente los conquistadores europeos se encargaron de denigrar, difamar, para poder apoderarse de la riqueza material, sometiendo la riqueza espiritual de la gente de estas tierras.
Alguien dijo en alguna ocasión que las piedras surgirían de la tierra para hablar nuevamente, floreciendo, retoñando de nuevo para alcanzar la sabiduría grandiosa con la que lograron los avances científicos, médicos, astronómicos, etc. Que han impresionado a propios y extraños, piedras que hablan, que nos quieren decir algo, algo que en algún momento saldrá a la luz y cambiará muchas cosas…
Tengo fe, en que dicho surgimiento, dicho cambio, será para bien, alcanzando justicia, libertad, equidad plena y todo lo que se necesite para vivir y ser mejores…
In tlanextia in tonatiuh; que tu sol te ilumine, te de luz…